La Emboscadura estaba ya ahí, aunque permaneciera invisible. Editando y revisando libros y artículos, organizando conferencias y entrevistas, creando y gestionando las redes sociales, detectando entre tanto los rincones a los que no llega la obra de Antonio Escohotado. Ahora que nace y empieza a manifestarse, quizá se pueda notar su presencia a posteriori, en lo que ha ido sucediendo. Parecía obligado el guiño a Jünger para poner nombre a una iniciativa refractaria a las categorías, para no definirla como una editorial ni como una fundación, para poder seguir el empuje de libertad que trazaron plumas como la de Ernst, y crecer como lo hace una estructura disipativa según las descripciones de Prigogine.
La misión es difundir el pensamiento del Viejo todo lo posible, y por eso parecía lógico comenzar por editar en formato digital las obras no disponibles en librerías, descatalogadas o con bajo stock, a partir de ahora accesibles en esta editorial online para todos los hispanohablantes y sin riesgo de ser descatalogadas. Mientras, continúan los esfuerzos para que todos los títulos de Escota aparezcan en papel fuera de España, y por materializar sus traducciones lengua por lengua, sabiendo que La Emboscadura podrá encargarse de ello si ningún otro trato prolifera.
Otro objetivo importante es crear una web oficial de Escohotado en español y en inglés, que dé cobijo a la comunidad de lectores para que puedan compartir ideas y experiencias en un foro dedicado, e interactuar con ellos en busca de satisfacer sus peticiones. Algo más lejos en el camino sobrevuelan ideas más ambiciosas como crear una app que sistematice en cada dispositivo los consejos de uso de cada droga que conocemos desde Aprendiendo de las drogas, crear una WikiEscota, quizás invertir en formación… quién sabe, todo dependerá de la respuesta recibida a partir de aquí, para poder seguir funcionando como fuerza que vaya situando el pensamiento de nuestro querido filósofo en el lugar que merece.
Unidos por el espíritu común a todo lector de Antonio Escohotado, ese que defiende la libertad prosaica -que vive siempre un minuto más que sus enemigos-, “ese yo que es un nosotros” que diría Hegel, veremos hasta dónde podemos dotar a los demás de esas herramientas que ha ido forjando el estudio paciente. La Emboscadura servirá a cada emboscad@ que contribuya a esta iniciativa con la responsabilidad de fomentar un pensamiento que repele concesiones, ese que funda a la persona singular soberana. De momento, ofrecemos colocar el primer ladrillo.